Ay la tecnolodía móvil!
Cómo avanza!
Ay ser maricón!
Qué duro es!
El caso es que ayer nos bajemos a Cheposlovaquia con Haîr. Así, a pelo. Sin avisar ni nada.
La noche transcurrió normal blablabla tapones blablabla redbull blablabla música medio decente y tal.
Hay un montón de bares de ambiente nuevos en Cheposlovaquia. Me hice fani total del Imán. Y la música del Urano moló. Me encontré a un ex-contacto del Bakala. Conocimos a dos niñas heteras que era su primera vez en el ambiente. Conseguí entradas para la 976. Ligué y todo, oyes.
Flashazo y viajamos al presente.
Me levanto y me dicen los papas que vaya disgusto les he dado. Y yo un poco WTF?! con toques de hangover, sabes? Y me cuentan que les llamé a las 5 de la mañana. Y yo WTF?! Sí, parece ser que mi HTC, su pantalla táctil y la madre que lo parió se pusieron en mi contra. Y llamé al último número marcado, osea, la mama.
Volvemos al viernes por la tarde/noche.
Sabiendo que bajo a Cheposlovaquia decido dejarme el móvil en silencio. Mandar pocos sms. Y actualizar NADA el Twitter, ergo el Facebook. Para que la batería me dure más. Y me duró.
Viernes de madrugada.
Aún no entiendo como, pero el móvil llama a la mama.
Viernes de muy madrugada, que ya es el sábado por la mañana.
Yo follando en un coche.
Que parece un dato anecdótico, pero pensándolo fríamente, los papas, al descolgar el móvil a las 5 de la mañana solo oyeron la música del Versus. Si llega a descolgarse el móvil a las 7, pues me hubieran oido gemir como una perra en el interior de un coche. Escena que hubiera sido muy MUY preciosa.
Afortunadamente, mi constante se portó bien y sólo oyeron los altos decibelios de esos de la música del bar.
Por los pelos.
Sin cobertura, oiga.